El ‘plan Sánchez’: fracasar ahora en la investidura y ganar 2 meses para culpar a C’s del bloqueo

Pedro Sánchez irá a la investidura en julio -previsiblemente en la segunda semana- aún sin tener los apoyos asegurados. Así lo avanzó este lunes el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos. Pero el plan del socialista pasa por otra coordenada: Ciudadanos. Una investidura fallida el próximo mes abriría un impasse de otros dos para negociar posibles acuerdos, en los que la formación de Albert Rivera ocupa un lugar prioritario. El mensaje: evitar un pacto final con los independentistas para asegurar la gobernabilidad. Y, sobre todo, que España no puede permitirse una parálisis, como la ocurrida en 2016. 

«España necesita un Gobierno y vamos a responder a esa necesidad. No tener un Gobierno tiene un coste de oportunidad para muchas cuestiones», adujo Ábalos, este lunes, desde Ferraz. La pista está clara: «No se puede condicionar la investidura a si hay apoyos o no. España no puede estar sin Gobierno». En definitiva, «Pedro Sánchez se presentará a la investidura y los apoyos se decidirán en ese momento» porque, dijo el también ministro en funciones, «hay que asumir el mandato electoral y el mandato del Rey». Sánchez irá al debate en el Congreso tras asistir, a final de mes, a varios compromisos internacionales. Con o sin respaldo.

Es más, el escenario más favorable para Moncloa es mantener en lo posible las distancias con los independentistas. Desde ERC mantienen la incógnita sobre qué votarán en la investidura y estiman que «no es urgente» tomar una decisión.

El partido de Junqueras considera que «la pelota está en el tejado de Sánchez», al que piden que, si quiere el apoyo de los republicanos, diga públicamente si quiere una vía dialogada para Cataluña o sigue aceptando que el problema se dirima en los tribunales.

Conversaciones iniciales

Pese a que apenas queden tres semanas para la eventual investidura, y con Sánchez entre viaje y viaje, las conversaciones con los grupos son aún muy incipientes.

El presidente en funciones ha delegado esos contactos a Ábalos y a la portavoz en el Congreso, Adriana Lastra. Según fuentes parlamentarias, no hay mucha insistencia más allá de las posiciones planteadas y ni unos ni otros ponen excesivo empeño en presionar para que Sánchez sea elegido presidente a la primera. Asumen, según estas mismas fuentes, que el debate se volverá a plantear en septiembre, y que, entonces, los socialistas apretarán con un posible adelanto electoral o empuñando el mensaje de un «bloqueo del país» si no se constituye Gobierno.

La aritmética permite a Sánchez varias alternativas, aún sin cuajar: lograr el apoyo de Navarra Suma, la abstención de los 15 diputados de ERC o, como se ha comentado, el respaldo de Ciudadanos. La primera opción sigue presentando, a día de hoy, el empeño de la líder del PSN, María Chivite, de lograr la presidencia navarra en una suma que, necesariamente, precisa de la abstención de Bildu.

Con los independentistas, la relación parece enturbiada después de que el Tribunal Supremo no haya permitido a Junqueras recoger su acta de eurodiputado, o tras el acuerdo de los socialistas con Manuel Valls para reeditar como alcaldesa a Ada Colau.

La tercera opción, Ciudadanos, es la más difícil, pero, al mismo tiempo, la más favorable para Sánchez en el sentido de que le permitiría prescindir de los separatistas.

El partido naranja afirma que no facilitará que Sánchez llegue a La Moncloa. Sin embargo, Albert Rivera fue ambiguo tras su encuentro con el Rey, dentro de la ronda de contactos, cuando se le preguntó varias veces si su grupo podría abstenerse para que el socialista fuese presidente, evitando unas nuevas elecciones. «Le pido a Sánchez que por el bien del país forme gobierno con aquellos que ha estado gobernando en los últimos cuatro años, y le pido que no se demore, porque sin Gobierno no hay legislatura y no se pone en marcha el Parlamento», se limitó a contestar. Rivera destacó que Sánchez es «el único que puede formar Gobierno».